miércoles, 28 de julio de 2010

Quiero un chip antisecuestro para que suene cuando no me encuentre, para que suene cuando a veces cierro los ojos entre una turbulenta carcajada exhalando humo denso de mi boca.

Quiero un chip antisecuestro para hablarme cuando no me escucho, cuando pienso sin saber qué cosa. Lo quiero para bajar a la realidad por un segundo y dejar de perderme en los volcanes activos rellenos de lava hirviendo. Quiero dejar de irme por los abismos peligrosos en las planicies de nieve que están al borde del Everest, porque me asusta la altura y la pronunciada caída libre desde la punta hasta los congelados cadáveres que ahí han quedado.

Quiero un chip antisecuestro porque la vida es dura y la gente nunca me encuentra cuando quiero estar con ella. Quiero dejar mi rastro como sea, saber que me encuentran aunque yo esté perdida. Lo quiero para que los malditos que quieran violarme una noche de angustia en el D.F. queden con la cara negra de sangre coagulada, castrados gimiendo ante su primer derrota. Quiero quemar vivo al que me siga no sabiendo su suerte, no sabiendo de su divertida muerte.

1 comentario:

  1. Hola, te encontré y este texto del Chip antisecuestro me gustó; que se me hace que ya lo estás usando eh. Es broma, en buena onda. Saludos y te leeré después y cuando quieras pueden convivir con las Vacas que pastan sobre la hoja en blanco. Saludos.

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