viernes, 23 de octubre de 2015

Sal y Agua





Que de mi cuerpo brote sal
jamás de lágrimas 
¡nunca más! 
Del sudor de mi espalda 
y de mis piernas que andan círculos de sol. 



Sea la sal y el agua 
condimento sagrado 
de mis ganas de matar

Y de mi amor incandescente
que resguardo como palpitante cría de ave
tan frágil y dulce
que brote la miel de ámbar
para bañar mis sueños
los más secretos y recurrentes.



Que empape la miel los recuerdos
para fijarlos en mi mente
como estacas de fuego
las que señalan el camino que ando

sábado, 1 de agosto de 2015

Noche




Me gustan los soles negros y el crepúsculo sobre todo. Los poemas obscuros y las almas tizne. Me gustan las impresiones (sin color por favor) y las fotocopias de bordes grisáceos. El pavimento, sus zapatos vino amargo y su cabello café. Y sí, me gustan las pieles rojas o azules. Pero sobre todas las cosas, me gusta la noche y el mimetismo de los búhos contrapuestos en los troncos. Y el silencio y la igualdad de siluetas ninguna diferente de otra sin luz. Y me gusta casi al borde del sueño, el vacío tras mis párpados como ciega imaginando tu cuerpo, teñido de carbón, envuelto en la cobija/sombra que te cubre, y tu pensamiento opaco y el cuarto donde nunca amanece...

domingo, 3 de mayo de 2015

Los monjes



Si quieres salvar al mundo
 no presiones
 no mandes mensajes dispersos
 sobre ambientalismo, 
no convenzas,
no postules tu vida al premio Nobel de la Vida Ejemplar

 No luches por la vida de los animales,
 no odies a los cazadores furtivos, 
ni llores, 
ni te sientas consumido por la ira

No tengas ídolos comunistas, 
socialistas, 
anarquistas
 o de la nueva izquierda

No encapuches tu cabeza ni marches con rifles, 
no lances bombas molotov, 
no impongas tu discurso

Deja la vida seguir
Siéntate a ver cómo mueren tus enemigos 
atrapados en su propia trampa 
Míralos con un telescopio, 
desde muy lejos, 
donde te parezcan hormigas indefensas

Pasa tu vida en soledad 
o con un compañero dispuesto a hacer lo mismo 
Aislarse y coincidir en silencio

Y tocar, 
casi sin sentirlo, 
sus manos. Y nada más.






Caribe




Llevabas un traje blanco,
al estilo de la isla,
esa primera vez que te vi.
Una camisa como de seda,
blanca con rayas verticales 
en negro y plata.



Tu corbata ya sin apretar,
el pelo revuelto
y zapatos de charol.
Y estabas ebrio como scar face.



Yo ardía por dentro
y de cuando en vez
cruzamos miradas obscuras.
Tu mirada de abismo,
y la mía de golondrina.

Fuiste mi casa cuando atardecía,
yo penetré en la noche de tus labios
victoriosa de nuestro primer encuentro.
Y quise quedarme envuelta
en tu perfume de tabaco cubano,
pero la noche fue mermando en la mañana
y desperté del sueño,
aún con la miel de tu saliva
y tu carne clara
de arena blanca
de sal caribe.

sábado, 18 de abril de 2015

musgo


Hoy de tus paredes viejas
crece el verde de la vida
sobre nuestras voces hechas piedra

Trinidad


Tengo fuego en mi interior,
una flama azul, incandescente, alimentada
por la leña de mis pensamientos
obscuros.


A veces, como fiera, deseo la muerte
de los corruptos.
Y la flama se extiende, quema los
pastizales de mi calma,
arrastra al monje que levita,
destruye las ramas secas, 
donde reposa el ave de mi espíritu.


Llegan a mí deseos turbios
y pienso que estoy enferma
de rabia.
Sin embargo, existe un ser
de agua,
que como un Tsunami,
ahoga la furia y la tristeza.
Es ese a quien llamo Dios.