viernes, 23 de octubre de 2015

Sal y Agua





Que de mi cuerpo brote sal
jamás de lágrimas 
¡nunca más! 
Del sudor de mi espalda 
y de mis piernas que andan círculos de sol. 



Sea la sal y el agua 
condimento sagrado 
de mis ganas de matar

Y de mi amor incandescente
que resguardo como palpitante cría de ave
tan frágil y dulce
que brote la miel de ámbar
para bañar mis sueños
los más secretos y recurrentes.



Que empape la miel los recuerdos
para fijarlos en mi mente
como estacas de fuego
las que señalan el camino que ando

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