domingo, 2 de enero de 2011

Los ovnis existen

Doña "Chucha/Cachucha" desde niños nos contaba historias antes de dormir. Su intención no era clara, creo que de verdad intentaba traumatizarnos. Mis hermanos, los más chicos, decían tener pesadillas, el sueño pesado y largo, poco descanso. Yo tuve siempre la certeza de que mis ojos eran más sabios que cualquier cuento de terror. Mucho se hablaba de mi pueblo, de sus apariciones, de los pasos en las azoteas, de brujas, hasta de aterrizajes intergalácticos en los amplios cañales que hay en las afueras.

--¡Córrele! Dicen que anoche bajó una nave en el campo de don David y que dejó en el pasto marcado un círculo rete grande, grande.
--Adelántate si quieres, ya se me cansaron los pies. Pa' qué no traes la mula.

Aquella tarde paré mi apresurado paso y encontré al lado del camino un árbol frondoso. Subí y caí en un sueño muy profundo...

"Somos los hombrecitos verdes, venimos por ti, nuestro señor nos ha enviado". "Pamplinas, ni qué nada. Son pura mentira ustedes. No existen, y si existieran no sabrían hablar como nosotros. Anden rápido a quitarse sus máscaras; lueguito se ve que están hechos de puro plástico". "Ja, ja, ja. 'Inche Luisito, te las sabes de todas todas. Ni "la cachucha" te va a hacer caer jamás. Cuando seas grande vas a ser un hombre respetable, cabrón".


No recuerdo el rostro de quien me hablaba en el sueño, se difuminó antes de que lograra mirarlo a los ojos. Siempre he intentado recordar cómo era mi padre, pero no puedo. Se fue en el tren un día a la capital, en busca de trabajo, y nunca más supimos de él. Doña Chucha dice que los ovnis se lo llevaron, porque era fuerte y de buen ver, que seguro lo utilizaron para sus experimentos y le robaron el cerebro. Que luego lo dejaron de nuevo en la tierra pero se quedó "lelito" y ya no supo el regreso a casa. No sabré nunca sus porqués, pero de que fue un pendejo al abandonar a mi madre, no hay duda. Ella solita tuvo que mantenernos a mí y a mis otros 3 hermanos.

Como se darán cuenta, ésta parece ser la clásica historia del hombre que es abandonado en su niñez, que vive en el campo con su madre soltera, sus hermanos atormentados por la vieja loca, la ignorancia y un sinfín de afirmaciones que se hacen, ya como tradición, sobre la gente del campo. Pues sí, casi siempre así sucede. Pocos somos los que logramos apartarnos de tanto rezago. La verdad es que no me esforcé bastante por salir de ahí. Fue muy fácil. Enamoré a una mujer ricachona que admiraba a los hombres del campo ignorantes y bien machos, como pensaba que era. No me costó mucho engañarla, es cosa de actuar. Desde entonces he vivido de las mujeres, no porque me sienta más que ellas, sino porque es muy cómodo tener la vida de un rey acaudalado.

Una de ellas en especial, contactó a un señor interesado en hacer un estudio sociológico sobre mi pueblo. Con gusto le di datos, nombres, fechas. Todo a detalle. Su publicación fue un éxito. Parte de las regalías se designaron a seguirme manteniendo sin mover un solo dedo. Me creen alguien asombroso, cuando en realidad sólo muy por dentro me ven desde arriba, como una cucaracha. No me admiran, me creen ignorante e inocente y se aprovechan de eso, que en realidad ni soy.

"Somos los hombrecitos verdes..."


El sueño de la niñez me persigue. Muchos sentidos he intentado darle, con el paso de los años, con lo que he logrado ver desde mi humilde opinión, creo que la conspiración se aproxima. Tal vez, pensándolo bien, doña Chucha era sólo una más de ellos. ¡Sí!, es la gente en el poder, que le crea arquetipos a gente especial, que les vende su alma, para trabajar en los más recónditos lugares del mundo y seguir idiotizando personas. No es que existan los fantasmas, las brujas, los nahuales. Siempre lo supe, nada existe, sólo los encargados de contar historias. Sólo el gobierno que se aprovecha de los en verdad inocentes. Pura maldad. ¿Seguirá viviendo doña Chucha? Tengo que regresar a mi pueblo y advertirles, advertirles que se alejen, que huyan.... pero... ¿y si ya todos cuentan las mismas historias? Una generación seguida de otra. Una tras otra.

No puede ser, estoy solo, estoy solo, solo, solo... ¡No! Calma, calma, alguien más debe tener la certeza que me llega ahora. Alguien, ¡por favor!, alguien...

Nadie supo más de Luis, mucha gente cuenta que llegaron los ovnis por él, le robaron su cerebro para hacer experimentos, lo regresaron a la tierra "lelito" y no supo regresar a casa.

3 comentarios:

  1. hijita leimos tu cuento faby y yo,es interesant la manera como ubicas hechos y personas reales con la creatividad e ingenio que tienes para escribir cualquier cosa que imaginas,es un cuento ameno con tintes de drama por la personalidad del tal luisito, te felicito tu y edy son los mas bellos regalos que Dios me dio gracias por compartir tu talento,te quiere mama.

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  2. LUZ ME HICISTE RECORDAR LAS CAMINATAS EN EL HOYO QUE BONITO ES LEER TUS HISTORIAS TIENES UNA FORMA ESPECIAL DE EXPRESION,ME ACTIVASTE LA IMAGINACION ME DA MUCHA ALEGRIA LEERTE ME HISTE REIR Y EN OTRA NARRACION QUE ME IMPACTO SE LLAMA( YO ME SAFO ME CONMUEVES Y MIS OJOS SE LLENARON DE LAGRIMAS PORQUE ES MUY REAL LO QU SCRIBISTE.TE QUIERO MUCHO LUZ BONITA...MUY BONITA ATTE.FABYBLITZ

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  3. Gracias a ustedes dos, cuentan como inspiración, porque gracias a ustedes y a quienes más nos han rodeado he logrado llenarme de vivencias y recuerdos que si bien no escribo de la manera que pasaron, funcionan como un trampolín hacia la escritura. Igual las quiero mucho.

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